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13/07/2015 - 15:59
El pasado fin de semana 11 y 12 de julio se celebró el 50 aniversario de uno de los modelos más míticos del trial: la Bultaco sherpa T.
Organizado por el Museo Moto y Motocat, tuvo lugar en el Circuit de Barcelona-Catalunya, coincidiendo con las 24 Horas motociclistas. Un evento único e irrepetible que contó con la presencia de grandes pilotos destacados de la época como Oriol Puig Bultó, Manuel Soler, Ignacio Bultó, Marcel Wittemer, Ettore Baldini o el mismísimo Bernie Schreiber, Campeón del Mundo de trial en 1979, entre muchos otros.
Desde primera hora de la mañana, el paddock fue llenándose poco a poco de diferentes versiones de Bultaco Sherpa T, hasta configurar una impresionante exposición de más de 180 unidades, desde las pioneras "Sammy Miller" de 1965 hasta las últimas versiones de 1981. Incluso se pudieron admirar algunas unidades únicas como la Sherpa 250cc con la que Franc Lucas llegó al Kilimanjaro, una de las mod.92 de la expedición Himalaya o un curioso prototipo pre-serie de 1964.
Aunque, sin duda, el mejor ambiente se vivió en las 5 zonas habilitadas a lo largo del Circuito, donde los participantes ponían a prueba sus impecables Sherpa T mientras se escuchaba el incesante rugir de las máquinas que competían por la victoria en las 24 horas de resistencia. Un bonito e interesante binomio que ha dejado imágenes espectaculares para el recuerdo.
El fin de fiesta llegó a las 15'00h, cuando finalizadas las 24 horas motociclistas, todas las Bultaco tuvieron oportunidad de realizar una vuelta conmemorativa por el trazado del Circuit.
A pesar de las altas temperaturas, numerosos aficionados se trasladaron hasta el recinto para disfrutar de esta gran fiesta. Además de los numerosos pilotos, destacaron también algunas caras conocidas, como Inés y Curro Bultó, hijos de Don Paco, Josep Abad, presidente de la Federació Catalana de Motociclisme o Joan Fontserè, actual director del Circuit de Barcelona- Catalunya.
Las nuevas Bultaco Brinco eléctricas tuvieron también su espacio, con una pequeña zona de pruebas muy concurrida a lo largo de toda la mañana que funcionó como nexo de unión entre los bultaquistas de siempre y los de nueva generación.